Tradicionalmente, los problemas osteomusculares han sido tratados desde un enfoque farmacológico con mayor o menor intensidad. Sin embargo, en muchas ocasiones el propio paciente opta por automedicarse con fármacos de uso común.
Sin embargo, esa «medicación básica» (generalmente anti-inflamatorios no-esteroides) presente en todos los botiquines domésticos y de libre acceso en la farmacia, puede tener importantes efectos adversos en casos de ingesta sostenida en el tiempo en casos de desórdenes muscoesqueléticos crónicos o de larga duración.
Los efectos adversos más comunes son los gastrointestinales, como indigestión, dolor de estómago, o pesadez (incluyendo núseas), así como úlceras, sangrado de estómago o en otras partes del tracto digestivo. La causa principal se debe a que estas medicinas atacan la enzima cyclooxigenasa-1 (COX-1), que protege al estómago del propio jugo gástrico.
Frente a ello , tenemos los efectos antiálgico y antiinflamatorios de los tratamientos de la BioFisioTerapia, combinando su capacidad para estimular la regeneración tisular, permiten evitar la administración de corticoides como la dexametasona, además de reducir al máximo (en dosis y duración) la ingesta de anti-inflamatorios no-esteroides y similares (aspirina, ibuprofeno, paracetamol, naproxen, diclofenac, celecoxib,…)
La Biofisoterapia utiliza estímulos físicos o bilógicos para conseguir mejores resultados con menos efectos adversos.
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